No problem

Qué ligera me siento cuando siento dentro de mí que no hay problema ni preocupación ni error, que en la vida sólo existen decisiones acertadas. Es como si de repente me invadiera una oleada de optimismo y cualquier evento en mi vida formara parte del bagaje y del aprendizaje del vivir…, como así es en realidad.

Ésta semana leí en un blog de Reiki una frase que me llamó la atención y quería desarrollarla: "En la vida no hay errores, hay lecciones". Siempre hay momentos a lo largo del día que se nos hacen más cuesta arriba por motivos diversos, pueden ser pequeños roces en el trabajo, desavenencias con la pareja, puede ser que tu hijo tenga dificultades o esté más rebelde de lo habitual, es cierto que todo eso existe en nuestras vidas y hay que “encararlo”, pero… me pregunto, ¿qué es más inteligente, qué actitud es la que nos permite “superar” mejor o con más ánimo esos momentos? Pues, desde mi punto de vista, creo que asimilar e integrar en nuestro interior que todo pasa y que tomemos la decisión que tomemos, adoptemos una posición u otra, todo es para nuestro bien y todo resultará ser una lección de la cuál aprender.

Si vas por el camino de los días rozándote contra las piedras, éstas en lugar de facilitarte el trayecto te lo van a poner más cuesta arriba, simplemente déjalas estar y verás cómo te marcan el recorrido, es como cuando miras el cielo y está todo despejado pero hay una nube negra amenazante... parece que sólo ves la nube negra, pero resulta que a su alrededor todo está limpio y es brillante, éste es el mensaje: hay que focalizar hacia la zona despejada.

Pero resulta, que todo esto es muy sencillo de leer y de escribir, pero no tanto de asimilar, yo digo que todo es proponérselo, hay un momento en la existencia donde tu cerebro hace “click” y es entonces cuando te das cuenta de que los pensamientos negativos no te ayudan y entorpecen tu existencia, que es mejor ver esos pensamientos desde fuera y dejarlos pasar, rellenar nuestra conciencia de buenos deseos y sentir que el viento debajo de nuestras alas nos empuja y nos lleva allí donde queremos ir: donde tenemos que estar.

(by Amparei@2011)